En Bancosol trabajamos por la Igualdad entre hombres y mujeres

En el Banco de Alimentos somos conscientes que nuestra gestión tiene que estar en consonancia con las necesidades y demandas de la sociedad, y por ello hemos asumido el compromiso con la implantación de un PLAN DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES en la entidad, siguiendo las directrices que marca la legislación en la materia y por tanto con sujeción absoluta a la integración del principio de igualdad de trato y de oportunidades tal y como se recoge en la Ley Orgánica 3/2007para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Ante este nuevo reto la dirección solicita a la plantilla de la entidad que sea parte activa, por lo que se ha constituido un Comité de Igualdad, diagnóstico y diseño  formado por trabajadores y trabajadoras de la empresa para la evaluación y elaboración de dicho plan. El resultado de esta primera fase marcará la política de recursos humanos, así como la comunicación interna y externa de la empresa.

Nos parece interesante dar a conocer los datos publicados recientemente en el  Diario Sur en la que se explica que  la brecha laboral entre hombres y mujeres es causada en parte por el trabajo no remunerado que suelen realizar en mayor porcentaje las mujeres por dedicarse al hogar y la familia.  Según datos de UGT el 14% de las mujeres (478.125)    no buscan empleo para dedicarse al cuidado de menores o adultos.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, esa diferencia no llegaría a duplicarse en el conjunto de labores no pagadas –incluye también, por ejemplo, la colaboración con ONGs, servicios sociales o similares– pero se le acercaría: 26,5 horas frente a 14. Eso sí, en los llamados hogares unipersonales (es decir, los hombres sin pareja), la situación casi se iguala con 11 horas de ellos frente a 13,3 de ellas.

En el ámbito remunerado, la tasa de empleo femenina (43,1%) resulta claramente inferior a la masculina (54,6%). Y eso pese a ser el nivel de ocupación de ellas casi once puntos y medio inferior al de ellos (1,6 millones de personas menos), una vez que 134.000 mujeres han dejado de buscar empleo de forma activa en los últimos seis años (su paro es del 19% y el de los hombres del 15,6%).

Por sectores, nueve de cada diez mujeres (el 89%) trabajando están en los servicios (limpieza, empleada de hogar, alimentación) y apenas el 8% en la industria, seguidas del 2,3% en la agricultura y únicamente el 1,2% en la construcción.

 

En el Banco de Alimentos somos conscientes que nuestra gestión tiene que estar en consonancia con las necesidades y demandas de la sociedad, y por ello hemos asumido el compromiso con la implantación de un PLAN DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE MUJERES Y HOMBRES en la entidad, siguiendo las directrices que marca la legislación en la materia y por tanto con sujeción absoluta a la integración del principio de igualdad de trato y de oportunidades tal y como se recoge en la Ley Orgánica 3/2007para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Ante este nuevo reto la dirección solicita a la plantilla de la entidad que sea parte activa, por lo que se ha constituido un Comité de Igualdad, diagnóstico y diseño  formado por trabajadores y trabajadoras de la empresa para la evaluación y elaboración de dicho plan. El resultado de esta primera fase marcará la política de recursos humanos, así como la comunicación interna y externa de la empresa.

Nos parece interesante dar a conocer los datos publicados recientemente en el  Diario Sur en la que se explica que  la brecha laboral entre hombres y mujeres es causada en parte por el trabajo no remunerado que suelen realizar en mayor porcentaje las mujeres por dedicarse al hogar y la familia.  Según datos de UGT el 14% de las mujeres (478.125)    no buscan empleo para dedicarse al cuidado de menores o adultos.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, esa diferencia no llegaría a duplicarse en el conjunto de labores no pagadas –incluye también, por ejemplo, la colaboración con ONGs, servicios sociales o similares– pero se le acercaría: 26,5 horas frente a 14. Eso sí, en los llamados hogares unipersonales (es decir, los hombres sin pareja), la situación casi se iguala con 11 horas de ellos frente a 13,3 de ellas.

En el ámbito remunerado, la tasa de empleo femenina (43,1%) resulta claramente inferior a la masculina (54,6%). Y eso pese a ser el nivel de ocupación de ellas casi once puntos y medio inferior al de ellos (1,6 millones de personas menos), una vez que 134.000 mujeres han dejado de buscar empleo de forma activa en los últimos seis años (su paro es del 19% y el de los hombres del 15,6%).

Por sectores, nueve de cada diez mujeres (el 89%) trabajando están en los servicios (limpieza, empleada de hogar, alimentación) y apenas el 8% en la industria, seguidas del 2,3% en la agricultura y únicamente el 1,2% en la construcción.

 

 

¿Crees que esto influye en el ámbito laboral?

Continúa: En el ámbito laboral seguimos ocupando puestos de menos responsabilidad y jornadas parciales porque aún se sigue pensando que “tenemos que atender a la familia”. Además sigue arraigado el pensamiento de que los hombres están más disponibles para el trabajo, por lo que en una entrevista de trabajo se les suele elegir a ellos, aunque nosotras tengamos los mejores expedientes académicos. Así continuamos nuestras vidas creyéndonos iguales pero soportando micromachismos en el día a día, haciendo malabares para conciliar la vida profesional con la personal y familiar;  y sacando tiempo de donde no hay para seguir formándonos para ser competitivas, demostrando nuestra valía profesional permanentemente.

El resto de personas comenta:

  • Estoy totalmente de acuerdo, influye en puestos directivos, en calidad del empleo, en trabajos menos remunerados o de menos cualificación.
  • También influye en el ámbito familiar, no nos olvidemos. Se suelen asumir roles diferentes entre hombre y mujeres.
  • En el ámbito laboral influye mucho. Se observa que los puestos directivos están ocupados por más hombres que mujeres.
  • En la mayoría de los casos creo que en este aspecto estamos más discriminadas las mujeres por todo lo que han expuesto anteriormente, pero tampoco nos podemos olvidar que los hombres también sufren discriminación.
  • ¡ Eso es verdad! A mí en una entrevista, a pesar de cumplir con los requisitos para el puesto, me dijeron que buscaban una mujer para la plaza vacante.

 

 

¿Has vivido en algún trabajo alguna situación de discriminación hacia ti o alguien de tu entorno?

  • En mi caso he tenido de las dos.  Una vez en una entrevista de trabajo, hecha por cierto por una mujer,  me hicieron muchas preguntas personales tipo ¿ tienes o quieres tener hijos?¿tienes pareja, hipoteca?. Por otra parte, durante años he trabajado en una empresa de construcción, ámbito mayoritariamente de hombre, siendo responsable de personal, y no me he sentido nunca en inferioridad. He tenido siempre el apoyo y el respeto de todo el personal a mi cargo.
  • En mi caso lo que he vivido han sido casos de micromachismos, eso que aceptamos en el día a día, asumiendo como normales, dándome cuenta de ellos años después. He trabajado en diferentes de trabajo de cara al público, y durante años me han exigido ir en falda, en tacones,  y maquillada, mientras ellos iban en pantalones largos sin ningún problema, más “calentitos” en invierno, y en ocasiones más cómodos. Por no hablar de tener que estar 10 horas de pie en tacones, mientras los chicos están en zapato plano.
  • Desde que comencé a trabajar he vivido discriminación por ser mujer que otros compañeros no han sufrido. A veces más sutiles que otras y a veces muy notorias. Como Profesional autónoma me preguntaban por mi jefe continuamente cuando querían tratar asuntos importantes, y me han mirado de arriba abajo cuando les decía que la jefa estaba delante suyo.  Trabajando en una Administración Pública sufrí las insinuaciones sexuales de un funcionario durante tiempo y al acudir a mi coordinador no solo ni siquiera hablaron con él sino que se limitaron a decirme que seguro que yo sabría “manejar la situación porque tengo muchas habilidades profesionales”. Siento y observo que estamos retrocediendo en muchos sentidos con la excusa de la crisis porque encima hay que dar las gracias por tener un trabajo. ¡Del resto apáñatelas como puedas porque nunca es buen  momento!
  • Cubriendo un puesto de trabajo por baja maternal, donde estábamos varios departamentos trabajando en el mismo espacio laboral. Un compañero de otro departamento me realizó en varias ocasiones insinuaciones sexuales que no fueron correspondidas por mi parte. Esto ocasionó que esta persona me amenazara con dirigirse a la central (a la que pertenecíamos ambos) para informándoles de mi mal hacer, irresponsabilidad y bajo rendimiento como trabajadora. Comenté a mis compañeras la situación y que quería comentar a mi superior directo la situación en la que me tenía este compañero. Ellas me aconsejaron que no lo hiciera, que seguramente no contarían conmigo para próximas vacantes que iban a surgir en la empresa una vez terminado mi contrato y que pensara muy bien si dar ese paso….., Al final no informó a la central sobre mi trabajo y la pataleta se quedo en un desprestigio en la propia oficina poniéndome etiquetas de : “la rarita que desayuna sola”, “ Miss simpatía”,….
  • Por suerte, no he notado discriminación, quizás por que donde yo trabajaba estábamos protegidos por estatutos, y se respetaba.
  • Yo personalmente tampoco lo he vivido, pero a una compañera la echaron tras incorporarse de su baja por maternidad.

 

 

Por último qué tal si  damos algunas ideas, o exponemos cómo pensamos que se puede mejorar esta situación.

  • La educación es la clave y es en donde se debe invertir desde la infancia y con quienes hemos recibido una educación diferenciada también. En las AMPAS, en las Empresas, en los Centros de Salud y en los Institutos. Pero para ello hay qua invertir dinero, recursos y personas cualificadas, además de hacer cumplir las leyes.
  • Totalmente de acuerdo, Educación desde una edad temprana para ir alejándonos poco a poco de una sociedad patriarcal.
  • Añadiría que también es muy importante educar en valores como la tolerancia, el respeto y potenciar “ una mentalidad abierta”
  • Intentar hacer ver, que en el desarrollo de un trabajo, todo el personal va a la consecución del cumplimiento de unos objetivos. Que se puede aprender de todos los órdenes jerárquicos tanto en el nivel horizontal como en el vertical. Cada cual tiene una formación y en función de ello debe desarrollarse pero en cooperación y no en subjetivación y autoritarismo. Para ello habría q aprender que son los valores y la diferencia entre aptitud y actitud.

 

 

Como hemos dicho al principio Bancosol lucha por la igualdad desde dentro. Y queremos agradecer a todo el personal laboral y al voluntariado que nos apoyen a las mujeres de la entidad en nuestra lucha diaria, y sobre todo en un día tan especial como el 8 de marzo.